LOS AFROCORDOBESES EXISTIMOS Y RESISTIMOS

La sangre que nos corre por las venas es roja, pero también es negra. Los afrocordobeses existimos, aunque nos hayan negado por mucho tiempo.

Jerónimo Llorens habla de los afrocordobeses y se refiere a esta cultura como “la sangre que nos fue negada”. Porque la realidad de los negros en Córdoba, y en Argentina, es una realidad invisibilizada. Los afrocordobeses y la descendencia afro es una parte oculta de la historia.

Cometemos la falta de negar sistemáticamente las raíces que no aparecen en los discursos hegemónicos. Estas raíces fueron borradas de nuestra historia a partir de lo que se llama en historia como ¨blanqueamiento del discurso¨. Un proceso que se encargó de moldear la historia en torno a discursos dominantes y estereotipos imperantes. Borrando identidades alternativas que muestran episodios terribles de nuestra historia. Negando el origen pluricultural que nos habita y constituye.

Nuestros antecesores

Los cordobeses, los argentinos, descendemos de pueblos originarios, de africanos, de negros. Y parecemos olvidarlo, o elegimos negarlo. Preferimos quedarnos con la parte de nuestro árbol que nos regala genes europeos. Sí: italianos, alemanes, españoles también forman parte de nuestra herencia. Pero, si reconocemos nuestro lado europeo, también debemos volver a nuestros orígenes africanos. Nos corresponde cuestionar la historia que nos contaron. Nos corresponde criticar, indagar, reconocer que hay partes que nos negaron. ¿De dónde venimos?, ¿qué roles cumplieron nuestros ancestros más allá de nuestra historia individual? La historia del hombre lobo del hombre la sabemos.

Esclavistas y esclavos, explotadores y explotados, colonizadores y colonizados. Siempre nos resulta muy difícil reconocer nuestra cara más vulnerada. Porque esta faceta requiere un proceso no solo de reconocimiento, sino también de reivindicación. En el caso de nuestros ancestros africanos, la tarea radica en reconocer que fueron esclavizados. Discriminados y subyugados por su color de piel. Y que, de una forma un poco más moderna, estos mecanismos siguen funcionando. Una nueva forma de esclavitud nos habita. Nuevas dinámicas de sometimiento surgieron con la evolución de un sistema que abolió la esclavitud, pero que funciona a partir de la subordinación de las mal llamadas “minorías”.

Sin embargo, existe un grito cordobés que se levanta y cada vez se escucha más fuerte. Los afrocordobeses existimos y resistimos. La negritud cordobesa existe. Nos constituye, nos corre por las venas. La negritud como movimiento, como crítica, como reclamo, como exigencia de reconocimiento. La negritud como derecho, como libertad, como identidad.

La parte negra de la historia

Fue para el 1600 aproximadamente que comenzaron a llegar a Córdoba contingentes enteros de negros esclavizados. Provenían de Angola y fueron emigrando a zonas de Chile y el Alto Perú, junto a sus amos. Pero no todos se fueron, muchos siguieron habitando las tierras argentinas y, sobre todo, las cordobesas. Son los que llegaron a ser parte de nuestro árbol, los que nacieron junto con la identidad latinoamericana. Y que, hoy, son invisibilizados.

Existen registros de la población de un siglo después de esta fuerte emigración negra. En el censo de 1778, las castas afromestizas conformaban un 48% de la población. Y, en 1813, conformaban más de la mitad de la población. Nuestras raíces negras existen, resisten y nos cuentan historias. Son las raíces que nos traen el baile, el candombe y el hambre de libertad.

Son esas raíces las que nos fueron negadas. La población negra, con su cultura, su cosmovisión del mundo y sus rituales, fueron sistemáticamente suprimidas de la historia. Eliminadas completamente de nuestros libros, de los discursos políticos y mediáticos. Descartadas completamente de nuestro ADN.

Esta supresión no fue una decisión inocente. Fue en el marco de campañas nacionales para la conformación de una sociedad estado argentina. Con el objetivo de que la identidad argentina sea homogénea, hegemónica, blanca y euro descendiente. Sin embargo, las evidencias sobran. Nuestra lengua, como reflejo de nuestra historia y de lo más profundo de nuestra alma, nos regala vocablos africanos. “Quilombo”, “mina”, “mandinga”, y más… son algunas de las palabras que dejan entrever nuestro origen afro.

La lucha cordobesa

La lucha cordobesa contra el racismo que excluye las identidades negras de la sociedad es de antaño. Y se manifiesta de diferentes formas. La marcha de la gorra, la resistencia al código de faltas y otros eventos cordobeses ponen sobre la mesa algunas cuestiones. El pueblo sale a la calle y se hace escuchar. En estos encuentros, se muestra la realidad del negro en Argentina, el día a día del negro en Córdoba. Se narra la estigmatización en primera persona. Se visibiliza el racismo y el clasismo que reproducimos diariamente en la sociedad argentina.

Quiénes somos, dónde estamos

En Córdoba existen organizaciones y grupos de personas que trabajan día a día para el reconocimiento de la cultura afro. La Mesa Afro Córdoba investiga y estudia nuestros orígenes. Los lleva y los trae del ámbito académico al popular. El reconocimiento de esta parte de la población implica también una autorevisión. Implica un nuevo camino de autoconocimiento, casi una revelación. No hay que irse muy lejos para descubrir que nuestro corazón también late negro.

  • Fuente: SerArgentino.com (Buenos Aires)
  • Autor: Bianca Ruggia
  • Fecha: 16/02/2021 (Originalmente publicada el 21/05/2020)
  • Nota C18

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