ÁRBOL GENEALÓGICO
¿Cómo empezar mi genealogía?
Si bien no es algo que tenga que hacerse de una única forma, lo primero que se debe realizar es tomar a una persona como referencia o punto “cero” para dar inicio a nuestro árbol genealógico. Lo ideal es empezar por uno mismo y desde allí seguir avanzando paso a paso por las próximas ramas. Puede también asignarse un número a cada individuo del árbol.
Cuando me tocó armar mi propio árbol lo hice a la vieja usanza, es decir con papel y lápiz. Luego al ir incrementando la cantidad de personas y de información encontrada pasé a un archivo de excel. Finalmente copié todo ésto en una página web donde se puede ingresar la genealogía personal de cada uno en una estructura de árbol genealógico clásico.
Está claro que si tenemos hermanos, y quieren involucrarse en ésta búsqueda, no hará falta trabajo extra ya que compartimos con ellos el mismo árbol genealógico en forma ascendente, es decir hacia atrás en el tiempo, al coincidir nuestros padres, abuelos, bisabuelos, etc.
Eso cambia en la forma descendente donde cada uno tiene su propia familia y las ramas comienzan a diversificarse. De todas maneras, el tema de la descendencia, en caso de tenerla (ya sean hijos, nietos, bisnietos, etc) conviene por ahora dejarla al margen ya que suele ser información más fácil de obtener porque hablamos de personas recientes y generalmente con vida.
Una opción que recomiendo es hacer un pequeño recuadro para cada persona que se agrega al árbol genealógico como se muestra en la imagen a continuación.
Allí empiezo el árbol con un ejemplo real de mi bisabuelo. De ésta forma se coloca la información primordial de una persona en poco espacio. En los primeros renglones colocaremos el nombre completo de la persona. Lo usual en Córdoba (y en el resto de Argentina) es tener uno o dos y a veces hasta tres nombres de pila. Pero también, y sobretodo en épocas pasadas, algunas personas tenían incluso más. En el ejemplo del recuadro es sólo uno: “Carmelo”.
El apellido puede ser simple o compuesto. También puede colocarse sólo el apellido paterno o éste junto al materno. En los últimos años se ve con más frecuencia el uso del doble apellido en el país (en general el paterno va en primer lugar y el materno después pero no es obligatorio que así sea). En la imagen el apellido es Arata (por parte de padre) y Seminara (por parte de madre). España por ejemplo tiene una larga tradición utilizando el doble apellido de padre y madre.
A continuación colocamos la fecha y el lugar de nacimiento. El recuadro mayor a la izquierda marca el día de la semana en que nació la persona en cuestión. Eso, si no se sabe con exactitud, se puede obtener con facilidad en varias páginas de internet donde colocando una fecha exacta nos arroja que día de la semana fue. En el ejemplo, Carmelo nació el viernes 6 de abril de 1894 en la localidad de Gangi (Provincia de Palermo).
Tanto el día de la semana como la bandera más arriba son optativas. Aquí las coloco como dato de color que además informa el país de nacimiento de Carmelo (en éste caso es Italia).
Los siguientes dos renglones se utilizan para la fecha y el lugar de defunción y también el día de la semana en que eso sucedió. En el caso en que uno mismo está armando el árbol es obvio que queda en blanco, pero en el ejemplo de mi bisabuelo, se puede ver que Carmelo falleció el día Domingo 13 de abril de 1952 en la ciudad de Córdoba, Argentina. Tenía entonces 58 años.
El renglón a continuación se usa para poner la profesión de la persona. Si bien a veces con eso encasillamos a alguien que tiene más de una profesión o simplemente no tiene ninguna, sirve como dato informativo. La idea es que sea una o dos palabras. Por ejemplo: médica forense, pastor, abogado civil, hilandera, profesor, ama de casa, agricultor, carpintero, etc. En el caso del ejemplo era de profesión “Comerciante”.
La línea a continuación (No es la puerta de ingreso de un baño público!) es en realidad para colocar en los recuadros el número de hermanos. En el primer recuadro irán los hermanos varones y en el segundo las hermanas mujeres. Por ahora es sólo un número que sirve como estadística pero más adelante veremos la importancia de los hermanos en la búsqueda genealógica. En el caso de Carmelo, el tuvo 6 hermanos varones y ninguna hermana mujer.
Los padres, el segundo paso
Con nuestros padres comienza realmente el armado del árbol genealógico y nuestro “ser” se divide en dos.
Los datos más importantes para organizar correctamente nuestro árbol, son los nombres completos, su apellido, el lugar y la fecha exacta de nacimiento, de matrimonio (si lo hubiera) y de defunción en el caso que corresponda.
Ello, más allá de que contemos o no con nuestros padres con vida, suele ser una tarea sencilla pero a veces hay casos en que se complica. Ante la duda es bueno obtener las partidas oficiales en el registro civil.
De todas formas las partidas en el registro civil pueden tener errores o inconsistencias. Tener en cuenta que siempre las actas más fidedignas son las de matrimonio ya que son las mismas personas interesadas, en edad adulta, las que aportaron la información de cada uno de ellos. Luego siguen las de nacimiento en que generalmente el padre iba a declarar y daba los datos de cuando nació su hijo/a y por último las actas de defunción en que a menudo era un vecino, alguien allegado a la familia o en empleado de la empresa fúnebre el encargado de dar la información del fallecido muchas veces sin tener los datos precisos.
CÓRDOBA. Para el caso de solicitud de actas de Córdoba Capital, se obtienen en el Registro Civil de la ciudad de Córdoba, ubicado en Avenida Colón 1775 de Barrio Alberdi. En cambio para partidas del interior provincial se debe dirigir a la Dirección General de Registro Civil de la Provincia de Córdoba, situada en calle Caseros 356 en el centro de la capital cordobesa. Ver más en El Registro Civil
El recuadro con los datos del padre se coloca arriba a la izquierda y el de la madre a la misma altura pero del lado derecho como se muestra en la siguiente imagen.
En el recuadro del padre de Carmelo arriba a la izquierda, mi tatarabuelo Giuseppe Arata Ferraro (Giuseppe significa José en italiano), no se tiene aún la fecha confirmada de defunción por ello colocamos con un signo de pregunta el día y donde iría la fecha de muerte la cita “luego de mayo de 1917”.
Éste último dato proviene del matrimonio del menor de sus hijos (un hermano de Carmelo) que al casarse el día 31 de mayo de 1917, y figurar en esa acta su papá Giuseppe con vida, nos dice con exactitud que hasta esa fecha aún vivía. Podemos entonces seguir con la búsqueda de su defunción a partir de esa fecha cierta.
En el caso de mi tatarabuela María Anna Seminara cuento con la información exacta y supimos entonces que falleció muy joven a la edad de 36 años dejando a todos sus hijos aún menores de edad. Se aclara que en Italia en esa época se utilizaba sólo el apellido paterno. Yo coloqué los de padre y madre simplemente a nivel informativo.
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Las herramientas para armar nuestro árbol genealógico
De ahí en adelante, cualquier información encontrada nos hace ir más atrás en el tiempo, ascender en nuestro árbol genealógico y seguir sumando gente a nuestra familia. No es algo automático, ni fácil pero mientras existan archivos en las localidades buscadas se puede ir logrando.
Por ejemplo, en el acta de matrimonio de Carmelo nombraba a sus padres aclarando que su mamá ya había fallecido. Sabiendo eso y luego al buscar y encontrar el acta de defunción de María Anna Seminara, pude saber el nombre de sus padres (abuelos maternos de Carmelo), que en éste caso eran Benedetto Seminara y Carmela Mantegna, ambos italianos de la misma localidad de Gangi en la provincia de Palermo (Sicilia).
En ésta apasionante búsqueda familiar y con la paciencia como bandera, fuimos incorporando de a poco un montón de variables que a veces no se tienen en cuenta y que pueden ayudarnos a deducir datos para seguir avanzando. A medida que uno prospera, también aprende y amplía el rango de búsqueda en lugares dónde antes no se imaginaba.
En BuscAncestros destacamos y profundizamos varias herramientas de utilidad para poder investigar y organizar nuestra genealogía. Si bien nos basamos en información y ejemplos de la provincia de Córdoba, sirven como guía para cualquier otra búsqueda que queramos llevar a cabo en el resto de Argentina.