SAN JUAN / EL ACTA DE BAUTISMO “DUPLICADA” DE SARMIENTO
En San Juan somos apasionados de nuestra historia y orgullosos de nuestros antepasados. No es para menos, considerando que de esta provincia lejana de las capitales, económicamente humilde y casi escondida en la cordillera, ha sido tierra fértil para el geminar de grandes hombres de ilustre estirpe, que fueron protagonistas del destino, no solo de su provincia natal, sino también de la república.
Pero, ¿qué sabemos realmente de nuestra historia?, ¿cómo sabemos lo que sabemos? y por sobre todo, ¿de dónde obtenemos los datos? La respuesta a estas preguntas determina la fidelidad con la que podamos relatar los hechos históricos, acontecimientos de los que no fuimos testigos y sólo somos simples espectadores, en un mar de información recopilada a través de los años por investigadores, historiadores, estudiantes y simples curiosos. A veces, encontrar un dato determinado puede llevar meses o años. Otras veces, son fruto del azar; nos “topamos” con alguna referencia desconocida o relevante, casi por casualidad.
Hace unos días quien escribe y su sobrina Cecilia Correa Nale (joven genealogista y traductora de inglés), realizábamos un trabajo de investigación genealógica, para la publicación anual del Centro de Genealogía y Heráldica de San Juan (CGHSJ). Abocados a esa tarea, en el intenso navegar por cientos de actas de bautismo, hubo un dato que le llamó la atención a Cecilia. Se dio con el acta de nuestro célebre prócer, don Domingo Faustino Sarmiento o Faustino Valentín, como reza el documento. Pero curiosamente lucía diferente del acta que se exhibe en la casa natal del ilustre coterráneo. Se trataba, efectivamente, de otra acta, del mismo tenor y exactos datos, pero en otro libro. El acta original (o al menos, la que se conoce popularmente) está asentada en el libro de “Nobles” de la parroquia de San José (actual San Juan Bautista) y cuyo libro físico se custodia en el archivo de La Merced. La otra se encontró en un libro auxiliar, también de la misma parroquia y hoy custodiada en el mismo archivo, el cual contiene varias actas duplicadas en el mismo orden del libro de nobles, que probablemente fueron asentadas allí y luego pasadas, aunque esto es especulación de quien escribe.
Casi en forma inocente, esa tarde Cecilia comentó el hallazgo, para mi gran sorpresa. Inmediatamente comunicamos la noticia al CGHSJ, donde Guillermo Collado Madcur y Juan José Arancibia, actuales autoridades, recibieron la “buena nueva” con mucho entusiasmo. Según Collado Madcur, si bien es poco común que haya actas duplicadas de esta época, hay una serie de circunstancias que pueden haber mediado para que se dé esta situación, justo con la documentación de nuestro máximo prócer. Tras analizar la documentación en detalle se puede llegar a determinar si hubo un borrador original y luego un traspaso de datos al acta o si medió alguna otra circunstancia que determinó el acta duplicada.
Esta acta había pasado desapercibida hasta el momento, escondida a toda vista en los libros de bautismos y en forma digital en las plataformas de datos genealógicos. Si bien hay registro de otras actas duplicadas (incluso algunas mal duplicadas); en este caso, por tratarse, nada menos, que del acta de bautismo de nuestro máximo prócer provincial, cobra un valor histórico significativo.
- Fuente: Diario de Cuyo (San Juan)
- Autor: Antonio Díaz Ariza
- Fecha: 11/05/2020
- Nota A16